Con Los Valores ¿Quién Se Anima? Es el título del libro escrito por el autor Fernando Onetto. Es un trabajo que renueva las convicciones y el entusiasmo del que enseña para que en la escuela de hoy haya enseñanza de valores, es decir, una enseñanza que perdure.
¿La escuela debería
estar en pie de guerra contra la postmodernidad? ¿Quién se ocupa de proponer
valores a los chicos? ¿Proponer o imponer? Fernando Onetto, inspirado en su
trayectoria docente y recorriendo un camino personal de pensamiento, afronta
estas preguntas, abre caminos y señala orientaciones. La claridad de su
expresión y la hondura de su pensamiento lo convierten en una lectura
imprescindible para los padres y educadores de hoy.
Este libro desarrolla
un tema que está vacío de aportes en la escuela actual. La claridad de su expresión
y la hondura de su pensamiento lo convierten en una lectura imprescindible para
los padres y docentes de hoy.
"La identidad de
cada hombre depende de su vínculo de encuentro y desencuentro con los
otros seres humanos". Las culturas, y dentro de ellas las personas y
grupos sociales, mantienen la aspiración de la vida con la promoción de
los valores. Los valores responden a necesidades últimas y profundas, atraen la
estimación y adhesión de personas y comunidades y orientan su comportamiento.
Los valores forman parte de constelaciones o conjuntos axiológicos.
El valor prioritario comunica la riqueza de su carga axiológica a todos
los valores a él subordinados. El sistema educativo estatal diseña
los grandes lineamientos, pero la configuración concreta del proyecto debe
apelar a la decisión y participación de los actores: docentes, padres y
alumnos.
El docente tiene que
estar dispuesto a saber escuchar los relatos testimoniales de sus alumnos.
También se puede apelar a modelos barriales o contemporáneos
reconocidos, entrevistar a un médico del hospital zonal, a un artista o
artesano comprometido con la realidad de su comunidad, abuelos narradores
de experiencias ocurridas en los comienzos de la construcción del
barrio, etc. Debatir sobre experiencias pedagógicas planteadas en películas
como La sociedad de los poetas muertos, etc. sería otra posibilidad.
La enseñanza de
valores, necesita instalar una condición previa: recuperar al docente y al
alumno como personas, y su relación mutua, como un espacio donde se activen las
experiencias vividas, los sentimientos, las convicciones íntimas.
Arraigar la enseñanza en las convicciones y entusiasmo del que enseña, es el paso decisivo para que en la escuela de hoy haya enseñanza de valores, es decir, una enseñanza que perdure.
Arraigar la enseñanza en las convicciones y entusiasmo del que enseña, es el paso decisivo para que en la escuela de hoy haya enseñanza de valores, es decir, una enseñanza que perdure.
Este libro y
muchos más los puedes encontrar en nuestra “Biblioteca Reynaldo
González López” de la Escuela Normal de Sinaloa. Te esperamos.
:)
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